viernes, 12 de agosto de 2022

¿Vulnerabilidad ou vulnerabilidades?

Sobre la interpretación de los sustantivos acabados en -dad), la Nueva gramática de la lengua española (RAE y ASALE, 2009; apdos. 6.1p-q) explica lo siguiente:

En el § 5.1g se observa que los nombres de cualidad, que son sustantivos no contables, se reinterpretan a menudo como contables (véanse también los § 3.8a y ss. y 12.3). Los derivados en -dad o sus variantes (de base adjetival y, a veces, nominal) pueden hacer referencia a personas (amistades, autoridades, celebridades, dignidades, personalidades), lugares (localidades, nacionalidades, profundidades), rasgos característicos (particularidades, peculiaridades, propiedades, singularidades), diversas cosas materiales (antigüedades, callosidades, extremidades, mucosidades, nudosidades, rugosidades) y, sobre todo, a dichos o hechos, más frecuentemente si son negativos:

atrocidades, complejidades, contrariedades, crueldades, debilidades, excentricidades, falsedades, formalidades, frivolidades, genialidades, hostilidades, infidelidades, ingenuidades, maldades, mezquindades, necedades, novedades, obscenidades, obviedades, procacidades, vaguedades, verdades, vulgaridades.

Otros sustantivos contables formados con este sufijo adquieren sentidos más específicos. Así, la expresión una necesidad no designa solo un hecho necesario, sino también un deseo o un impulso. Usada en plural y construida normalmente con posesivo (sus necesidades) equivale a ‘evacuación corporal’ , como explica el DRAE. De forma análoga, las facilidades y las comodidades suelen ser servicios; las oportunidades son situaciones o coyunturas; las especialidades, actuaciones, comportamientos o ramas de alguna disciplina; las variedades son espectáculos, etc. Se ejemplifican a continuación algunos de los sustantivos que pertenecen a estos grupos:

Había conocido, desde los tiempos de Thiers, a Víctor Hugo, a Dumas, a otras cuantas celebridades (Rubén Darío, Vida); [… ] como un compendio de todas las elegancias y voluptuosidades imaginables (Blasco Ibáñez, Papa); Pero no podía ser: renunciar a las comodidades que me garantiza mi marido (Jaramillo Levi, Tiempo); Carmen Ramos la hizo pasar, esforzándose en decir las cordialidades de costumbre (Aguilar Camín, Error); En la inocencia fue un ángel, en la penitencia emuló las austeridades de la Tebaida (Cela, Colmena); Era la teoría del mal menor aplicada al revés; es decir, la teoría del mal mayor con toda su cohorte de deformaciones y absurdidades (Delibes, Sombra); Alba aprendió a comer verduras hervidas y arroz quemado, a soportar el frío del patio, cantar himnos y abjurar de todas las vanidades del mundo (Allende, Casa).

Lo anterior puede aplicarse al sustantivo vulnerabilidadque originalmente es un nombre de cualidad ('cualidad de vulnerable'), lo cual implica que es no contable y se emplea en singular. Sin embargo, ha pasado a designar un aspecto en que una persona se muestra vulnerable, lo cual conlleva su reinterpretación como nombre contable y su consiguiente uso en plural (vulnerabilidades). Note que lo mismo ha pasado con el sustantivo debilidad, que originalmente designa la cualidad o la condición de débil; pero ha pasado a significar 'aspecto en que [alguien o algo] se muestra débil' o 'persona o cosa por la que [alguien] siente debilidad', como explica el Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos (2011 [2.ª ed.]). Igualmente, el Diccionario de uso del español, de María Moliner (2016 [4.ª ed.]), define el sustantivo debilidad como 'aspecto o detalle en la personalidad de alguien en que se muestra débil' o 'defecto perdonable'.

 


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