jueves, 15 de septiembre de 2011

Enlace interesante para terminología

En esta página explican tanto en inglés como en español terminología relativa al intercambio de conocimientos.

¡Que lo disfrutéis!

http://kstoolkit.org

miércoles, 23 de marzo de 2011

Uso de la coma con fechas

En cuanto al uso de la coma con fechas, conviene tener en cuenta estas matizaciones de la Ortografía de la RAE.

En la datación de cartas y documentos, se escribe coma entre el lugar y la fecha o entre el día de la semana y el del mes:
Madrid, 9 de enero de 2012.
En Barcelona, a 15 de diciembre de 2011.
Lunes, 21 de febrero de 2012.
Se pone coma entre el día de la semana y el del mes para marcar la estructura explicativa:
El próximo lunes, 31 de enero, tendrá lugar la reunión.
No se pone coma entre el día de la semana y el del mes cuando se trata de una estructura especificativa:
La reunión se celebrará el lunes 31 de enero.


Uso de la coma con fechas


Para quien dudase (como yo), la RAE nos indica que se escribe coma entre el nombre del día de la semana y la indicación del día, mes y año.
(Punto 6. de la entrada FECHA del Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE.)


viernes, 18 de marzo de 2011

martes, 8 de marzo de 2011

RESILIENCIA

Ya está oficializada: RESILIENCIA ("resilience"):

RAE:
resiliencia.



1. f. Psicol. Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.

2. f. Mec. Capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de deformación

martes, 22 de febrero de 2011

colocación de la llamada de nota

He consultado a la Real Academia dónde ha de colocarse la llamada de nota con respecto al resto de signos de puntuación. He leído en diversos lugares (entre otros, en las instrucciones de la Unidad de Publicaciones de la CEPAL) que la norma del español es colocar la llamada ANTES del signo de puntuación correspondiente.

Sin embargo, esta es la respuesta de la Real Academia, cuya primera opción (y por lo que entiendo la que recomiendan) se corresponde con la norma que hemos indicado hasta ahora en nuestro Manual de Estilo y que tantas veces nos hemos replanteado:

"En relación con su consulta le remitimos la siguiente información:




La recientemente publicada Ortografía de la lengua española ofrece la siguiente nota en uno de los cuadros de información adicional del capítulo III, dedicado especialmente a la puntuación (pp. 299-300):



«Resulta asimismo problemática la concurrencia del punto con una llamada indicativa de la existencia de una nota final o a pie de página. Existen dos modos de colocación de estas llamadas con respecto a los signos de puntuación, ambos igualmente correctos.

a) En el sistema francés, la llamada de nota se sitúa inmediatamente antes del punto y del resto de los signos delimitadores principales (coma, punto y coma, y dos puntos), pero después de los puntos suspensivos:

Los resultados no son satisfactorios en los estudios realizados hasta el momento37.

El mismo año expuso en la Bienal de Venecia, en el Guggenheim, en el Moma…4.

En cambio, la llamada de nota se sitúa antes o después del cierre de un signo doble en función de que se refiera solo a la última palabra o a todo el segmento enmarcado por esos signos:

¿Cree que sería posible recuperar una forma como Mastrique5?

_______

5 Actualmente se utiliza la forma Maastricht.



¿Cree que sería posible recuperar una forma como Mastrique?5.

_______

5 Pregunta realizada a quince expertos en toponimia.

Como se observa en los ejemplos, en los casos en los que la llamada de nota aparece tras puntos suspensivos o tras cierre de interrogación y de exclamación, debe escribirse un punto tras ella.

b) En el sistema inglés, la llamada se sitúa siempre tras el signo de puntuación, sea cual sea:

Este tipo de pensamiento mágico,27 propio del pensamiento infantil, aflora en nuestros comportamientos a lo largo de toda la vida.28Este sistema presenta la desventaja, frente al anterior, de que no permite diferenciar cuándo la nota se refiere a la palabra que precede al signo de puntuación y cuándo a un segmento mayor. De hecho, algunos editores subsanan parcialmente esta deficiencia colocando conforme al sistema anterior la llamada de nota si esta coincide con un signo de cierre de comillas o paréntesis».



(Hasta aquí el texto de la ortografía).

La colocación de la llamada de nota con respecto a la puntuación es más un asunto tipográfico que ortográfico, de ahí que la Academia se limite a informar sobre los dos sistemas más generalizados, sin que prescriba uno de los dos. Sea cual sea la opción elegida, lo que sí es deseable es que el uso sea coherente, de manera que, dentro de un mismo escrito, el criterio sea siempre el mismo.



Reciba un cordial saludo"

¿Estados miembro o estados miembros?

¿Cuál es la forma correcta: los nuevos estados miembro de la UE

o los nuevos estados miembros de la UE?

Cuando un sustantivo explica o especifica el significado de otro sustantivo, sin necesidad de estar unidos los dos por una preposición se dice que se encuentran en aposición. El sustantivo en aposición desempeña una función comparable a la del adjetivo. En estas aposiciones, en las cuales el segundo sustantivo actúa como modificador del primero, solo el primer sustantivo lleva marca de plural.

Cuando el segundo sustantivo se mantiene siempre en singular, señala una clase o subclase de lo nombrado por el sustantivo precedente:

hombres rana

bomba lapa

Pero si el segundo sustantivo puede funcionar, con el mismo valor, como predicado nominal del primero en oraciones copulativas (con el verbo ser), tiende a tomar también la marca de plural.

país miembro > países miembros = países que son miembros

liebre macho > liebres macho = liebres que son machos

perla gris > perlas grises = perlas que son grises

Real Academia Española - Corpus Diacrónico del Español (CORDE)

estados miembro, en todos los medios, en CREA

7 casos en 6 documentos

estados miembros, en todos los medios, en CREA

250 casos en 161 documentos.


Copiado tal cual del blog Hispanoteca de Justo Fernández:

http://culturitalia.uibk.ac.at/hispanoteca/Foro-preguntas/ARCHIVO-Foro/Estados%20miembro%20o%20estados%20miembros.htm


Determinante único para varios sustantivos

 Cuando se coordinan dos o más nombres concretos cuyos referentes son entidades distintas, lo normal y recomendable es que cada uno de ellos vaya precedido de su propio determinante: Este permiso podrá ser disfrutado indistintamente por la madre o el padre; Se hizo uso ilegal de mi capital y mis acciones bursátiles; y no Dejé mi cartera y llaves en la silla de la entrada. Pero existe la posibilidad de que dos o más sustantivos coordinados lleven un solo determinante, el cual debe concordar en género y número con el sustantivo más cercano; esta posibilidad se da cuando los sustantivos coordinados se refieren a la misma cosa o persona: Según la esposa y representante de Mingote, Isabel Vigiola; cuando llevan un adjetivo antepuesto que califica a todos ellos: Construyó también un horno criollo para cocer su propio pan y pizza a la piedra, y cuando los sustantivos se conciben como una unidad y se refieren a partes de un mismo conjunto o a aspectos parciales de un todo: En mérito a vuestro empeño y dedicación; Esta medida [...] debería ir acompañada de mejoras en la seguridad y control de los barcos.

Sobre concordancia...

Recomendamos la lectura atenta del capítulo dedicado a la concordancia en el Diccionario Panhispánico de Dudas (2005): http://buscon.rae.es/dpdI/SrvltConsulta?lema=concordancia

Extraemos de dicho capítulo las siguientes observaciones que nos han aclarado dudas concretas en el pasado:

• Adjetivo pospuesto a varios sustantivos. Cuando un adjetivo califica a dos o más sustantivos coordinados y va pospuesto a ellos, lo más recomendable es que el adjetivo vaya en plural y en masculino, si los sustantivos son de distinto género: «Tiene el pelo y la barba enmarañados» (Matos Noche [Cuba 2002]); «Apareció [...] vestida con traje y mantilla blancos» (Hernández Secreter [Esp. 1995]). Si concordase solo con el último de los sustantivos, se generarían casos de ambigüedad, pues podría interpretarse que el adjetivo únicamente se refiere al más cercano: vestida con traje y mantilla blanca (¿el traje y la mantilla son blancos, o solo es blanca la mantilla?). No obstante, cuando los sustantivos coordinados se conciben como una unidad, de la que cada uno de ellos designa un aspecto parcial, el adjetivo puede concordar en género y número con el más próximo: «La gente de origen y habla francesa predomina en la provincia de Quebec» (Tiempo [Col.] 1.7.98).


• Adjetivo antepuesto a varios sustantivos. Cuando un adjetivo califica a varios sustantivos coordinados y va antepuesto a ellos, lo normal es que concuerde solo con el más próximo, tanto en género como en número: «Distribuía [...] esteroides anabolizantes [...] a deportistas sin la preceptiva autorización y control médicos» (Vanguardia [Esp.] 1.6.94); «La indispensable vigilancia y control nocturnos brillan por su ausencia» (NProvincia [Arg.] 5.3.97). No es correcto, en la mayoría de los casos, poner en plural el adjetivo antepuesto si se coordinan sustantivos en singular: «Gudú será [...] el gran destructor de sus propios reino y dinastía» (Abc [Esp.] 29.11.96); debió decirse su propio reino y dinastía. Solo en algunos casos, si los sustantivos coordinados son nombres propios de persona o cosa, o nombres apelativos de persona, el adjetivo antepuesto va en plural: «Allí estaba [...] Ernestina con su marido, Luis de la Rosa, más los dos hijos de estos, los simpáticos Paco y Toni» (Vanguardia [Esp.] 30.6.95); «Lepprince me hizo pasar [...] a saludar a sus futuras esposa y suegra» (Mendoza Verdad [Esp. 1975]).

• Construcciones partitivas. Las construcciones partitivas están formadas por un primer elemento, que ha de ser un cuantificador, y un segundo elemento, introducido por la preposición de, que es, bien un sustantivo precedido de determinante, bien un pronombre; el primer elemento designa la parte, mientras que el segundo designa el todo: una de las participantes, la mitad del público, muchos de nosotros, etc. Si ambos elementos tienen flexión de género, debe haber concordancia forzosa entre ellos: «Rusa educada en Estados Unidos, Meir [...] fue una de las firmantes de la declaración de independencia de Israel» (GmnzBarlett Deuda [Esp. 2002]); «Lidia Ariza [...] dijo que se considera una de las mejores actrices de este país» (Dedom [R. Dom.] 14.1.97); por tanto, cuando se utilizan cuantificadores con flexión de género (uno -na, muchos -chas, varios -rias, etc.), no es correcto usar el femenino en la designación de la parte y el masculino en la designación del todo, aunque con ello se pretenda señalar que la parte aludida pertenece a un colectivo mixto: «Se escucharon las proposiciones de Míriam Orellana, [...] una de los académicos invitados» «Usted es una de los alumnos más brillantes de que goza la Facultad»; debió decirse, respectivamente, una de las académicas invitadas, una de las alumnas más brillantes.

• alteza, majestad, señoría, excelencia, etc. Con estos tratamientos de respeto, los determinantes y adjetivos adyacentes van en femenino, de acuerdo con el género gramatical de estos sustantivos e independientemente del sexo del referente: «Nos dirigimos efusivamente a vuestra excelencia para manifestarle nuestra gratitud» (Alape Paz [Col. 1985]); «Su Graciosa Majestad británica Jorge VI le pedía a sir Winston Churchill que formara un nuevo gabinete» (Val Hendaya [Esp. 1981]). Sin embargo, el adjetivo en función de atributo o de predicativo, al igual que otros elementos no adyacentes, como los pronombres, aparece en el género que corresponde al sexo del referente: «Sus señorías estaban enfrascados en el Parlamento en una ardua discusión» (Cacho Asalto [Esp. 1988]).

• Sujeto de un solo sustantivo al que van referidos varios adjetivos ordinales. Aunque el sustantivo esté en singular (→ 3.6), el verbo irá en plural: La primera y segunda reposición conservarán su representación actual.

• Sujeto de cuantificador + de + sustantivo en plural. Los sustantivos cuantificadores son aquellos que, siendo singulares, designan una pluralidad de seres de cualquier clase; la clase se especifica mediante un complemento con de cuyo núcleo es, normalmente, un sustantivo en plural: la mitad de los animales, la mayoría de los profesores, una minoría de los presentes, el resto de los libros, el diez por ciento de los votantes, un grupo de alumnos, un montón de cosas, infinidad de amigos, multitud de problemas, etc. La mayor parte de estos cuantificadores admiten la concordancia con el verbo tanto en singular como en plural, dependiendo de si se juzga como núcleo del sujeto el cuantificador singular o el sustantivo en plural que especifica su referencia, siendo mayoritaria, en general, la concordancia en plural: «Hacia 1940 la mayoría de estos poetas había escrito lo mejor de su obra» (Paz Sombras [Méx. 1983]); «La mayoría de los visitantes habían salido» (Marías Corazón [Esp. 1992]); «Una veintena de personas ocupaba la sala» (Chavarría Rojo [Ur. 2002]); «Una veintena de curiosos observaban de lejos a un piquete» (PzReverte Maestro [Esp. 1988]); sin embargo, cuando el verbo lleva un atributo o un complemento predicativo, solo es normal la concordancia en plural: «La mayoría de estos asesinos son muy inteligentes» (Mendoza Satanás [Col. 2002]); «La inmensa mayoría de las casas permanecían vacías» (Savater Caronte [Esp. 1981]). Los sustantivos cuantificadores que se usan sin determinante (infinidad, cantidad, multitud) establecen la concordancia obligatoriamente en plural, pues, en realidad, forman con la preposición de una locución que determina al sustantivo plural, que es el verdadero núcleo del sujeto: «Infinidad de católicos desatendieron semejante orden pontificia» (Vidal Ocultismo [Esp. 1995]); «Cantidad de organizaciones se dedican a [...] ayudar a personas que han sido víctimas de abuso sexual».
• uno de los que + verbo. La presencia de dos elementos en esta construcción, uno singular (uno) y otro plural (los que), hace que se vacile entre poner el verbo en singular o en plural: «Uno de los que logró llegar a la orilla [...] hubo de lanzarse de nuevo al agua» (País [Esp.] 11.10.80); «Uno de los que votaron en contra fue el ex ministro sin cartera» (País [Esp.] 2.2.84). La concordancia gramaticalmente más correcta es la que lleva el verbo en plural, pues el sujeto es, en estos casos, el relativo plural los/las que; pero se admite también la concordancia en singular. Si esta construcción forma parte del atributo de una oración copulativa y el sujeto del verbo ser es un pronombre de primera o de segunda persona del singular (yo, tú/vos), el verbo de la oración de relativo debe ir en tercera persona, preferentemente del plural, aunque también se admita el singular: «Yo era uno de los que pugnaban para que la Basílica se constituyera en diócesis autónoma» (Proceso [Méx.] 3.11.96); «Yo fui uno de los que besó su mano» (Serrano Dios [Col. 2000]); no es correcto poner el verbo en primera o segunda persona del singular: «Vos eras uno de los que estabas con la gente que huyó» (Semana [Col.] 1-8.10.96).

• 4.12. yo soy de los que, tú eres o vos sos de los que + verbo. Se trata de una construcción partitiva en la que se ha elidido el indefinido uno (soy [uno] de los que, eres/sos [uno] de los que), por lo que la concordancia se atiene a los mismos criterios expresados en el párrafo anterior (→ 4.11); así, el verbo de la oración de relativo deberá ir, preferentemente, en tercera persona del plural, en concordancia estricta con su sujeto gramatical, que es el relativo plural los/las que: «Soy de los que piensan que solo la vida intensamente vivida merece la pena» (Rojo Matar [Esp. 2002]); menos recomendable, aunque admisible, es poner el verbo en tercera persona del singular, concordando con el indefinido elidido uno: «Yo soy de los que cree que a la historia no la para nadie» (Herrera Casa [Ven. 1985]); pero debe evitarse la concordancia en primera o segunda persona del singular: «Soy de los que pienso que este es un proceso que se tiene que hacer bien» (Vanguardia [Esp.] 18.8.94).

• 4.13. yo soy el que (o quien), tú eres o vos sos el que (o quien) + verbo. Se trata de oraciones copulativas enfáticas cuyo atributo es una oración de relativo sin antecedente expreso. Si el sujeto del verbo ser es un pronombre de primera o de segunda persona del singular (yo, tú/vos), el verbo de la oración de relativo puede ir, bien en tercera persona del singular, en concordancia estricta con su sujeto gramatical (el/la que o quien), opción mayoritaria en el habla culta: «Yo soy el que manda acá» (Soriano León [Arg. 1986]); bien en primera o segunda persona del singular, concordando con el sujeto del verbo ser, opción habitual en el habla coloquial y que expresa mayor implicación afectiva por parte del hablante: «Por primera vez en mi vida yo soy la que tengo el control» (Santiago Sueño [P. Rico 1996]). Si se invierte el orden y la oración de relativo antecede al verbo ser, es menos frecuente que el verbo aparezca en primera o segunda persona; así, es más normal decir El que manda soy yo que El que mando soy yo. Cuando el sujeto de ser es un pronombre de primera o segunda persona del plural (nosotros, vosotros), el verbo de la oración de relativo no va nunca en tercera persona, sino que la concordancia se establece siempre con el pronombre personal: «Nosotros somos los que mandamos» (Chase Pavo [C. Rica 1996]).

lunes, 21 de febrero de 2011

Sin cesar....

Tanto El libro de estilo de El país como el Panhispánico rechazan la costumbre tan frecuente de emplear el verbo cesar como transitivo: *El Presidente fue cesado; *Cesaron al Ministro de Economía. Para esos casos se recomienda el uso del verbo destituir y limitar el empleo de cesar a su uso intransitivo: José Luis Cebrián cesa en la dirección de abc.